martes, 8 de septiembre de 2015

MALETÍN DEL PROFE | Protocolo de actuación conjunta para el alumnado con TDAH (Extremadura)



Las Consejerías de Educación y Cultura y de Salud y Política Sociosanitaria, junto con la participación de las asociaciones de familias de alumnos que presentan el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) más representativas de la región, --FEAFES CALMA, ASHDANEX y ANDAH--, han establecido una comisión de trabajo fruto de la cual ha resultado la elaboración de un Protocolo de Actuación Conjunta para el Alumnado con TDAH en Extremadura.
Los centros educativos contarán a partir del próximo curso escolar con esta herramienta que supone una sistematización de las actuaciones conjuntas, clínicas y educativas en la atención al alumnado que presenta necesidades específicas de apoyo educativo asociadas a TDAH.

Este documento se enmarcará en un acuerdo de colaboración que tiene como última finalidad la mejora de la respuesta educativa del alumnado con necesidad específica de apoyo educativo derivadas de TDAH, y la mejora de la respuesta sanitaria a los menores diagnosticados de TDAH.

De esta forma, establecerá claros niveles de intervención y aunará actuaciones que optimicen y mejoren la atención global de los mismos. Para todo ello y fruto de este acuerdo de colaboración se constituirá una comisión mixta.

¿QUÉ ES EL TDAH?

El Trastorno del Déficit de Atención e Hiperactividad es uno de los trastornos más frecuentes en las consultas de los equipos de salud mental, que atienden a menores y en los servicios de neuropediatría. Tiene una gran repercusión en el clima familiar, así como en la integración en la escuela y en el logro de los objetivos académicos.

Se considera alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo con TDAH aquel a quien habiéndosele diagnosticado requiera, en algún momento de su escolarización o a lo largo de toda ella, de una respuesta educativa específica para atender a las necesidades derivadas de dicho trastorno.

Este trastorno requiere una evaluación, un tratamiento y una respuesta tanto educativa como sociofamiliar en los que intervienen profesionales de diversas disciplinas. Por tanto, para la detección temprana y para que las intervenciones tengan éxito y se pueda optimizar el uso de los recursos se necesita tanto la colaboración de las familias como la coordinación entre los servicios educativos y sanitarios.

Con este protocolo de actuación se pretende conseguir una coordinación integral y efectiva. De esta forma, según este documento, si se tiene una sospecha inicial y se detecta el trastorno, las familias se pueden dirigir a su pediatra o al tutor escolar del niño y exponer los motivos de su sospecha.

Por su parte, en cuanto a los docentes, éstos se encuentran en una situación “idónea” para detectar cualquier dificultad o problema que puedan presentar sus alumnos, debido al tiempo que pasan con ellos y la estrecha relación que se establece entre ambos.

En Educación Infantil y en Primaria, por ejemplo, los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica (EOEP) entregarán al profesorado, a través de la Comisión de Coordinación Pedagógica o similar, información sobre cómo detectar alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo asociadas al TDAH, así como orientaciones metodológicas favorecedoras de la atención y de la conducta adaptativa de estos alumnos.

INDICADORES DE SOSPECHA

En cuanto a los indicadores de sospecha, según esta guía, en Preescolar se contemplan, entre otros, los siguientes: se levantan de su asiento aún cuando se les pida lo contrario y lo comprendan; muy impacientes, les cuesta esperar su turno en juegos o situaciones grupales, interrumpen de manera insistente las actividades de los otros; dificultades para el aprendizaje de los colores, los números y las letras.

En edad escolar, entre los indicadores de sospecha, destacan algunos como que al no prestar atención, desoyen lo que se está explicando en clase; no reflexionan antes de actuar, lo que hace que no piensen en las consecuencias de sus actos; y dejan las tareas escolares sin finalizar.

Y, en Secundaria, las actitudes más frecuentes de los jóvenes que acusan hiperactividad e impulsividad son que hablan más de la cuenta innecesariamente y se van a menudo por las ramas, les cuesta controlarse y con frecuencia actúan de forma impulsiva; les cuesta entender, olvidan y discuten con mucha facilidad las reglas que les son impuestas, entre otras.

El protocolo de actuación conjunta consta de tres partes. Una en la que se lleva a cabo una introducción sobre el TDAH; otra, que establece los momentos de actuación establecidos en este documento; y, una tercera, que se dedica a la evaluación y seguimiento del protocolo, así como varios anexos.


1 comentarios :

¡Feliz comienzo de curso, Óscar!!!
Un saludo desde http://orecunchodasfadas.blogspot.com/

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